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Amasar una masa homogénea. Colóquelo en un recipiente untado con aceite. Cubrir la masa con film transparente. Lo llevamos al fuego durante 60 minutos.
Espolvorea la superficie de trabajo con harina. Extendemos la masa sobre ella. Extiéndalo hasta formar una capa fina rectangular. Extender encima la nata completamente enfriada, distribuyéndola uniformemente. No llegamos al borde inferior.
Enrolle con cuidado la masa con crema hasta formar un rollo apretado. Con la ayuda de un hilo, córtelo en trozos pequeños del mismo tamaño (futuros bollos).
Colocamos los espacios en blanco en una hoja cubierta con papel de horno. Los cubrimos con una toalla. Dejar reposar los bollos durante 15 minutos a temperatura ambiente.
Batir la yema con el resto de la leche. Lubrique la pieza de trabajo con la mezcla resultante usando un cepillo de cocina. Enviamos la hoja al horno calentado a 180 grados durante 30-35 minutos.
Espolvorea los bollos con azúcar glass usando un colador. Luego prepara tu té favorito y ponte cómodo. Con un postre tan incomparable y una deliciosa bebida caliente, tu velada será simplemente mágica.
Ingredientes:
Harina de trigo – 550 g
Leche – 635ml
Azúcar – 220 gramos
Azúcar de vainilla-20 g
Levadura seca – 10 g
Huevo – 2 piezas
Mantequilla – 50 g
Sal – 0,5 cucharaditas.
Almidón de maíz – 30 g
Yema de huevo – 1 ud.
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