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Limonada refrescante de piña casera

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Prepare la piña: comience licuando los trozos de piña fresca hasta que quede suave. La piña no solo agrega un toque tropical sino que también endulza naturalmente nuestra limonada, por lo que no es necesario agregar azúcar.

Exprimir los limones: A continuación, exprime el jugo de los limones. El jugo de limón no sólo es maravillosamente picante sino que también está lleno de vitamina C.

Mezclar: En una jarra grande, combine el puré de piña y el jugo de limón. Agregue agua fría para diluir y equilibrar los sabores. Este paso consiste en ajustarlo a tu gusto, así que siéntete libre de ajustar las proporciones de jugo de limón y agua según qué tan agria o suave prefieras tu limonada.

Endulce si es necesario: si encuentra que la limonada es demasiado agria, agregue una pizca del edulcorante elegido. Los edulcorantes como la stevia o el eritritol son excelentes, ya que endulzan sin calorías adicionales ni impacto en el azúcar en la sangre, lo que los hace perfectos para un estilo de vida saludable.

Enfriar: agregue muchos cubitos de hielo a la jarra. Si tienes tiempo, puedes poner la jarra en el refrigerador durante aproximadamente una hora para que los sabores se mezclen maravillosamente.

Servir: Vierta la limonada de piña fría en vasos. Considere adornar con hojas de menta fresca para darle un toque de color y una capa extra de sabor refrescante.

Beneficios de la salud:
Esta limonada de piña no sólo es sabrosa, sino que también es hidratante y está repleta de nutrientes. La piña es una maravillosa fuente de antioxidantes y ayuda a la digestión, mientras que los limones son conocidos por sus propiedades de estimulación inmunológica.

Entonces, ya sea que hayas estado trabajando en el jardín todo el día o simplemente quieras un compañero sabroso para la lectura de la tarde, esta limonada de piña seguramente dará en el clavo. ¡Salud por un día refrescante!

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