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En un tazón grande, tamice la harina, el azúcar, el bicarbonato de sodio, el cacao en polvo y la sal.
En otro tazón, mezcle los huevos, el aceite vegetal, el suero de leche, el colorante rojo, el extracto de vainilla y el vinagre blanco.
Agregue gradualmente los ingredientes húmedos a los ingredientes secos, mezclando hasta que quede suave y bien combinado.
- Hornea el pastel:
Divida la masa uniformemente entre los moldes para pasteles preparados.
Hornee en el horno precalentado durante 25-30 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
Retirar del horno y dejar enfriar los pasteles en los moldes durante 10 minutos antes de transferirlos a una rejilla para que se enfríen por completo.
- Prepara el glaseado de queso crema:
En un tazón grande, bata el queso crema ablandado y la mantequilla hasta que quede suave y cremoso.
Agrega poco a poco el azúcar glass tamizada, una taza a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Agrega el extracto de vainilla hasta que el glaseado esté suave y esponjoso.
- Armar el pastel:
Coloque una capa de pastel en un plato para servir o en un soporte para pasteles. Extienda una capa de glaseado de queso crema uniformemente por encima.
Coloque la segunda capa de pastel encima y cubra la parte superior y los lados del pastel con el resto del glaseado de queso crema.
Opcionalmente, decore con migas de pastel, migas de pastel red Velvet o bayas frescas para darle un toque elegante.
- Sirve y disfruta:
Corta y sirve el pastel Red Velvet perfecto, disfrutando de su textura húmeda y su delicioso glaseado de queso crema.
Este pastel Red Velvet seguramente impresionará con su color vibrante y su rico sabor, lo que lo convierte en un postre elegante e irresistible para cualquier ocasión.
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