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Tomates: Si los quieres grandes, sanos y jugosos, tienes que regarlos así.

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La frecuencia de riego de los tomates depende de sus necesidades específicas en cada etapa de la siembra. A la hora de sembrar semillas se debe prestar especial atención al riego ya que requieren mucha humedad para germinar.

Una vez que las semillas se han convertido en plantas, se deben tener en cuenta factores como el suelo, el clima y la luz solar. Se recomienda regar una pequeña cantidad de agua diariamente durante la fase de producción y luego reducirla a dos veces por semana durante el resto del periodo.

El riego por goteo es el mejor método para regar las plantas de tomate. Esto permite un suministro de agua lento pero constante. Cuando el agua humedece profundamente el suelo, la planta desarrolla un sistema radicular mejorado sin riesgo de encharcamiento. Como resultado, las partes aéreas de la planta tienen un aspecto hermoso, lo que tiene un efecto positivo en la cosecha.

Es importante tener cuidado de no regar el follaje y el fruto para no comprometer la salud de la planta de tomate.

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