ADVERTISEMENT
- Una vez pasado el tiempo de macerado, pon un poquito, muy poquito aceite en una sartén. El motivo de que sea muy poco es que las costillas ya llevan aceite en el adobo, simplemente es por tenerlo caliente hasta que se vaya soltando el que tienen las costillas.
- Fríe las costillas con paciencia, a fuego medio alto, hasta que veas que están doradas por todas partes y que el interior está bien cocinado.
- ¡Y a disfrutar de estas costillas adobadas súper ricas acompañadas de un buen plato de patatas fritas!
ADVERTISEMENT