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- Empieza preparando las crepes. En un tazón grande, mezcle los huevos, el azúcar, la sal, la leche, la harina y la mantequilla derretida hasta que quede suave. Agregue agua tibia si es necesario para ajustar la consistencia. Cuece las crepes en una sartén caliente ligeramente engrasada. Dejar de lado.
- Para preparar el relleno, pica finamente la cebolla y el ajo. Dorarlos en una sartén con un poco de aceite hasta que estén tiernos. Agregue las espinacas lavadas y secas y cocine hasta que se ablanden. Luego agrega el queso crema hasta que esté bien derretido. Dejar de lado.
- Precalienta el horno a 180°C.
- Prepara la bechamel derritiendo la mantequilla en un cazo a fuego medio. Agrega la harina y mezcla por unos minutos hasta obtener una mezcla homogénea. Vierta poco a poco la leche, revolviendo continuamente hasta que la salsa espese. Sazone con sal y nuez moscada al gusto.
- En un molde para horno, esparcir una fina capa de bechamel en el fondo. Toma cada crepe, rellénala con la mezcla de espinacas y queso para untar y luego enróllala. Coloca los crepes enrollados en la sartén y cúbrelos con el resto de la bechamel. Espolvorea generosamente con queso rallado por la superficie.
- Hornea el gratinado durante unos 20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y la salsa bien caliente. Una vez cocido, sacar del horno y dejar reposar unos minutos antes de servir.
¡Disfrute de su comida!
