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Precalienta el horno a 180 °C (356 °F).
Separa las yemas de las claras.
Bate las claras con una pizca de sal hasta que se formen picos firmes.
Agrega gradualmente 100 g de azúcar y 8 g de azúcar de vainilla mientras sigues batiendo.
Agrega las yemas de huevo una a la vez, batiendo bien después de cada adición.
Tamiza juntos 120 g de harina, 20 g de maicena y 1 cucharadita de levadura en polvo. Incorpora gradualmente a la mezcla de huevos.
Forra el molde para hornear con papel para hornear y espolvorea 50 g de almendras en láminas en el fondo.
Vierte la masa en el molde y hornea durante unos 30 minutos.
Prepara la capa de albaricoque:
Mezcla 9 g de gelatina con 60 ml de agua y déjala en remojo durante 5 minutos.
En una cacerola, combina 80 g de azúcar y 100 ml de agua. Lleva a ebullición.
Agrega 800 g de albaricoques (pelados y picados) y cocina hasta que estén tiernos.
En un recipiente aparte, mezcla el polvo de pudín de vainilla con 50 ml de agua.
Revuelve la mezcla de pudín con los albaricoques y cocina durante unos 3 minutos, revolviendo constantemente.
Agrega la gelatina remojada a la mezcla de albaricoque y revuelve hasta que se disuelva.
Deja que la mezcla se enfríe un poco.
Ensamble el pastel:
Divide el pastel enfriado en dos capas.
Extiende la mezcla de albaricoque sobre la capa inferior y cúbrela con la capa superior.
Refrigera durante 1 hora.
Prepara la capa de crema:
Bate 300 g de queso crema con 50 g de azúcar hasta que quede suave.
En un recipiente aparte, bate 200 g de crema espesa hasta que se formen picos firmes.
Incorpora la crema batida a la mezcla de queso crema.
Extiende la capa de crema sobre la parte superior del pastel y refrigera por 3 horas.
Termina y sirve:
Antes de servir, espolvorea el pastel con azúcar en polvo.
¡Córtalo en rebanadas y disfruta!
Sugerencias para servir:
Sírvelo frío con una taza de café o té.
Adorna con hojas de menta fresca o rodajas de albaricoque adicionales.
Consejos de cocina:
Asegúrate de batir las claras de huevo hasta que estén firmes para obtener un bizcocho liviano y aireado.
Deja que la mezcla de albaricoque se enfríe un poco antes de esparcirla sobre el pastel para evitar que se empape en el bizcocho.
Beneficios nutricionales:
Alto contenido de proteínas provenientes de los huevos y el queso crema.
Contiene vitaminas provenientes de los albaricoques frescos.
Información nutricional:
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