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1. Antes de comenzar a preparar, se debe aceitar un envase rectangular o molde donde va a ir toda la mezcla.
2. En otro envase y con la llama ya encendida, vierte la leche junto con el azúcar y la vainilla. Ya que el azúcar siempre se pone grumoso, debes batir, preferiblemente con una cuchara de madera y de forma seguida para lograr que se diluya y se una correctamente.
3. Acto seguido, baja la llama a fuego moderado, es el momento de verter la pizca de bicarbonato (Soda) y seguir batiendo de manera suave y consistente hasta que la mezcla esté espesa y se torne color de color caramelo.
4. Es clave el grosor en esta preparación, es lo que nos indica si está lista o no. Es por ello que, para hacer una prueba, agarra solo un poco de la mezcla y échala en agua rápidamente. Luego, te darás cuenta al parparla si está endurecida. Si lo está, puedes apagar la llama, sino, es necesario dejarla un poco más hasta que logre esa consistencia deseada.
5. Ya lista, vacía la mezcla en el molde aceitado hasta que abarque todo. Deja enfriar por una 1 hora para así cortar las tabletas de leche en las porciones que gustes.
