ADVERTISEMENT
Carne de Res: La estrella del plato. Personalmente, me gusta usar cortes como la espaldilla o el jarrete, que aportan un sabor increíble y se deshacen en la boca. Elige carne que tenga un poco de grasa para un caldo más rico.
Agua: La base de nuestro caldo. Siempre uso agua filtrada, ya que creo que mejora el sabor final.
Repollo: Añade un toque crujiente y fresco. El repollo se cocerá a la perfección y absorberá los sabores del caldo.
Zanahorias: Su dulzura natural le da a este plato un matiz delicioso. Me encanta usar zanahorias frescas cortadas en rodajas.
Elote: Agrega dulzura y textura. Utilizo elote fresco preferiblemente, pero el de lata también es aceptable en una emergencia.
Cilantro: Este es el toque final. Me gusta añadir un buen puñado de cilantro fresco al final para darle un sabor fresco y vibrante.
Sal y Pimienta: Para realzar todos los sabores. Siempre comienzo con sal y pimienta al gusto.
¿Es el Caldo de Res Bueno para Ti?
¡Definitivamente! El **Caldo de Res** está lleno de nutrientes y beneficios.
Carne de Res: Proporciona proteína magra que es esencial para construir y reparar tejidos en nuestro cuerpo. Además, es rica en hierro, lo que puede ayudar a mantener tus niveles de energía.
Verduras: Como el repollo, zanahorias y elote, son bajas en calorías pero altas en fibra, ayudando a la digestión y aportando vitaminas esenciales.
Sin embargo, recuerda que el consumo excesivo de cualquier platillo puede no ser óptimo, así que siempre es bueno equilibrar el caldo con una dieta variada.
ADVERTISEMENT